Hace un par de semanas, la vi, estaba ahí mostrando todo su esplendor. Aunque no creo que haya sido amor a primera vista, ya que tuve que pasar dos veces a verla; confieso que me quede impactado, imaginando que se sentiría tenerla encima de mí.
Era una chamarra grupera, con barbitas en las mangas, negra, de cuero, en la parte de la espalda tenía grabada la palabra “TEXAS” con letras vaqueras; con ella puesta sería un éxito mi nuevo proyecto: TENER MI GRUPO MUSICAL DE TEX MEX Y NARCOCORRIDOS. Aunque no tenía instrumentos, no tenía presupuesto, no tenía ni puta idea de la música, no tenia voz, ni tampoco era guapo como Lupe de Bronco o Los Acosta, únicamente tenía todo lo que un buen mexicano: Ganas de comprarme esa chamarra y cerrar los ojos para verme en el escenario aclamado por las sirvientas de las casas ricachonas y una que otra fresona a quien le gustara la banda, pero sobre me veía todo hinchado de billetes para tener lo que todo ser normal anhela (aunque me digan pinche naco): Mi camioneta Hummer, Mi novia teibolera, mis vacaciones en CanCun; eso si irme pa´lla subidote en un Macnicharters en asientos de primera clase, pidiéndole a la azafata champañe y unos camaronzotes empanizados de los que llaman langosta.
Tuvo que pasar un largo tiempo para olvidar mi sueño de ser grupero; o sea TRES DIAS. Aparte de que cuando volví a la tienda a ver si estaba la chamarra ya la habían vendido. Pienso que si algún día hubiera podido comprar esa chamarra. Mi sueño se hubiera vuelto realidad. Sin embargo en mi afán de superarme busque otras alternativas más reales, por eso al siguiente día, buscando una moneda que traía en un pantalón que metí a una caja de jabón “ROMA” donde tengo mi ropa, o mejor dicho mi closet. Encontré mi “LAGRIMAS Y RISAS”, no vayan a pensar que se trata de un vulgar cuentito, el “LAGRIMAS Y RISAS” es mi traje negro, al cual bautice así porque lo ocupo ya sea para velorios o para fiestas. Me lo puse y fue en ese momento, cuando comprendí que rumbo llevaría mi vida, seria un destacado político de mi estado.
Mirándome al espejo, juraba que tenía toda la pinta necesaria para ser un político, tenía un bigote chingon como el de “Burguitos”, una panzota de ex secretario de Gobernación, un peinado como militante del PRD y mi novia se parecía mucho a Elba Esther Gordillo. ¿Qué más se podía pedir para ser candidato a una gubernatura o presidencia municipal?
Al terminar el día me recosté en el sillón de mi cuarto. ¡Claro! También me sirve de cama y me dormí soñando que la gente se emocionaba cuando daba un discurso que ni Yo entendía, levantaba la mano haciendo una señal diferente a la “V” que hacia Vicente, yo levantaba solo un dedo, como diciendo que todos éramos el número uno, Como diciendo: “Todos somos Juanito”
Ah! Que sueño, sin embargo a la fecha ya deje de pensar de manera muy seria en ser Grupero o ser Candidato, porque leí en un periódico que se llama “Hasta La Madre de Pendejos” que en este país son profesiones más peligrosas que ser un canario en una mina de carbón, más peligroso que ser Talibán, o ser de la ETA, más peligroso que ser Kamikaze u Hombre Bomba. Incluso dice que a esas gentes las llegan a matar, ¿Pero no sé porque?
P.D. Dedicado a tantos millones de desempleados, que como muchos empleados, nomas se la pasan haciéndose pajuelas mentales. HLMDP
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