Después de años de investigación,
el antes anónimo e ignoto Dr. Zamba, salta a la fama con su investigación sobre
la zonas clave en nuestro cerebro, descubriendo que a partir de la manipulación
física en zonas especificas de nuestro cerebro, el individuo puede cambiar su
conducta de forma radical y lo que es mejor:
De manera permanente e inmediata.
Su método consiste en insertar
agujas finísimas en determinada parte del cerebro y después remover una casi
indetectable porción de células causantes de nuestro comportamiento.
Ciertamente varios miembros de la comunidad científica se han opuesto a esta práctica,
argumentando que dicho método no es otra cosa que el regreso a las lobotomías que
se practicaron en el siglo pasado, dejando a los pacientes mentales como incurables
debido al daño permanente al que era expuesto el paciente.
Sin embargo el Dr. Zamba objetó
dichas discusiones mediante la demostración práctica en un individuo cuyo
problema radicaba en una extrema excitación provocada por realizar actos
violentos e incluso asesinatos:
Caso 1. “El Cancerbero”
Pedro “El Cancerbero”, reconocido
asesino múltiple que a pesar de su aspecto enclenque y su baja estatura fue
capaz de segar la vida de 25 hombres y mujeres que en su infortunio se
encontraron en su camino. A pesar de que las autoridades le achacan más
asesinatos solamente estos 25 le han podido ser comprobados. “El Cancerbero”
como la prensa amarillista le apodó, era el tipo más buscado por las
autoridades de todo el país, hasta que después de una exhaustiva pero dudosa investigación
fue encontrado en un pueblo de Oaxaca y
puesto tras las rejas. A pesar de su captura se han registrado nuevamente
homicidios con similares características que han puesto en duda sobre si el
ahora preso, es en verdad “El Cancerbero”; a lo que las autoridades han
respondido que podría tratarse de imitadores del asesino, ya que “El Cancerbero”
presidia una secta cuyos seguidores podrían estar realizando posteriormente estos
actos de barbarie.
El Dr. Zamba realizó en este
criminal lo que él llama “Modificación de la Conducta” y después de una operación
de 3 horas, el criminal fue puesto en observación para conocer el alcance de
los resultados. Dicha “Modificación” fue llevada a cabo por el mismo Dr. Zamba,
su enfermera asistente y el anestesiólogo, en el reclusorio de alta seguridad
donde se encuentra recluido el criminal, lugar donde se le impidió el acceso a
la prensa o a cámaras de grabación que pudieran según el Dr. “entorpecer la operación
y alterar los resultados”
Después de 15 días de espera tras
la recuperación de “El Cancerbero”, se han dado a conocer los resultados por
parte del mismo Dr. Zamba:
“El individuo a presentado disminución
en la realización de actos violentos, ya que al ingresar al penal fue necesario
la intervención de 25 elementos, dos de los cuales fueron agredidos por esta
persona y tuvieron que ser intervenidos quirúrgicamente por las lesiones que
les causó, al igual que muchos de sus compañeros resultaron con lesiones al
tratar de ponerle una camisa de fuerza y encerrarlo en una celda aislada, sin
embargo el comportamiento que ha mostrado durante los días posteriores a su recuperación
ha sido de una persona normal, accediendo a las declaraciones de rutina y mostrando
que es capaz de convivir con los demás reclusos de manera pacífica. A este paso
nuevamente se podría reincorporar a la sociedad, pero esto último le compete a
la Justicia, no a mi”
P.D. Continuara. HLMDP
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