Me he pasado una semana
correteando el dinero, pagando la tanda, el préstamo, los pasajes del camión, las
tortillas, las memelas, los pañales, la formula NAN y todos esos gastos que uno adquiere al ser
burgués. De tanto pagar he andado con muy poco dinero al grado que el único
lujo que me podido dar en la quincena fueron unas HALLS de mora y las cuide
tanto que nomas le daba unas lamidas a una pastilla y luego la guardaba
nuevamente en el celofán para que me aguantaran la quincena. Hubo una pastilla
que me duro un chinguero de tiempo, porque se salió del celofán y se lleno de
las pelusas que había en la bolsa de mi pantalón y como no estaba el tiempo
como para desperdiciar tuve que lamerle las pelusas hasta llegar al centro de
sabor mora, un reto que solo expertos como su servidor pueden lograr.
La cereza del pastel la puso mi
vástago, quien en su afanosa infancia se acomodó un madrazo en la ceja,
abriéndose centímetro y medio, obvio, mi esposa se alteró y yo fui al IMSS donde
después de esperar una hora completa sin ser atendido ni por una recepcionista,
en un hospital donde, si no fuera por dos bizarros guardias de seguridad que
estaban platicando hubiera pensado que estaba abandonado. Aunque ahora que lo
pienso creo que un minuto más y hubiera entrado a la Dimensión Desconocida, ya
que me imagino el escenario: un hospital vacio, un padre con su hijo de cabeza
sangrante, una recepcionista ausente, dos guardias terroríficos y una hora que
parecen tres días harían pensar al más cuerdo de los padres que Buda, Dios, Ala
y Odín se hicieron una bolsa de palomitas y dijeron “Esto se va a poner bueno”
cuando salí con mi escuincle rumbo al hospital.
Pasado el tiempo que creí
pertinente, viendo que mi mocoso se quería quedar dormido y al ver que tendría
que esperar más para que le zurcieran la cabeza, salí en busca de un medico, se
me hizo interesante ver que ahora no hay anuncios de “Medico”, “Medico las 24
horas” lo que si existe en abundancia son las farmacias del Dr. Simi o Fassi o
Genéricos o Similares o su chingada madre, donde por $20 pesotes te dan
consulta y te recetan medicinas de la misma farmacia. Pero no abren hasta tarde
y los sucesos que les narro fueron como a las 8 o 9 de la noche (anéxenlo a la
anterior lista de terror). Total que mi escuincle no quiso entrar al flamante
hospital general nuevecito que nos dejo la administración pasada y opté por ir
a la Cruz Roja donde sí viví el terror en carne viva cuando me cobraron, pero
bueno todo sea porque mi chamaco este bien. ¿Qué padre amoroso no destriparía
al Hombre Michelin para hacerles un columpio de llanta a sus hijos? ¿Qué padre
cariñoso no le acomodaría otro madrazo a su escuincle por pendejo, sobre todo
si tuvo que gastar el poco dinero que tenia para las caguamas?
Sí, yo soy un padre amoroso y
aunque no le pude dar un zape a mi escuincle porque mi vieja me amarro con
cinta canela en lo que se me bajaba el coraje, debo confesar que cuando llegó mi hijo todo ensangrentado una mezcla de sentimientos y pensamientos viajaron
por todo mi cuerpo. Un sudor frio recorrió mi espalda y pasados unos segundos expresé
lo que todo padre amoroso puede decir en esos momentos: ¡Como eres pendejo! ¡Ve nomas
que putazo te acomodaste! Me asusté e hice lo que pensamos que cualquier
padre haría, auxiliarlo.
Por eso nos sorprendemos cuando
escuchamos fatalidades en la televisión, cuando vemos en el periódico asesinatos,
suicidios o cuando en nuestro entorno cercano pasa algo grave o mortal. En lo
personal me sorprende ver a un nuevo y efímero personaje de internet: Amanda Todd, una niña que se suicido
por bullying y por acoso (aunque mas que nada fue por andar enseñando la pechuga). A muchos nos impacta la noticia porque pensamos que cualquier
persona, en especial sus padres podrían haberla ayudado. Pero no, en estos
casos no ocurre así, cuando un suceso de este calibre pasa, es porque nadie
tuvo los huevos de ayudar y ocurrió, así de sencillo. En mi clan tengo tres
hijas y un hijo (no me digan esa mamada de que si no tengo tele, me caga), quienes recorrerán su propia vida haciendo pendejadas como romperse la cabeza y
yo tendré que llevarlos a curación, de igual manera harán otro tipo de
pendejadas que requieran una solución más drástica pero tendré que ayudarles en
mayor o menor forma. No por esto les abro el camino para que salgan a cometer
burradas, ni mucho menos para que hagan un video donde cometan la peor
estupidez de su vida y lo suban a Youtube únicamente para demostrar la
insensibilidad a la que estamos llegando y la decadencia en la que nos sumimos. Simplemente me resigno doy cuenta de que los jovenes requieren de constante apoyo, mas si tomo en cuenta las estupideces que yo hacia. Por eso mejor si eres un escuincle mocoso que quiere llamar la atención, estudia.
P.D. Prometo escribir pendejadas
al menos una vez cada quince días e ir aumentando, si no se acaba el puto
mundo! HLMDP. Por cierto el bullying es una nueva forma de control mediatica, luego comento mas.
1 comentario:
Excelente Post, retrata muy bien el día a día de nuestra sociedad, es triste pero cierto, faltan huevos...
Intentare tener los suficientes para que mis hijos y nietos vivan mucho mejor de lo que yo he vivido, por qué la verdad estamos de la ...
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