Dejen de hacernos pendejos... y Dios vio que eso era bueno.


Sabemos que la educación en México es un vomito, que preparan a los niños con una mentalidad pendeja y poco analítica, mucho menos propositiva. Creo que no ignoramos que todos los putos políticos siempre se preocupan solamente por subir los impuestos para garantizar el fresco pago de sus abultadas quincenas, prestaciones, bonos y todos las consideraciones que tienen en sus puestos, como si los pendejetes hubieran estudiado en el extranjero (bueno algunos si y por cierto tiene los puestos más chingones y se llevan mejores tajadas del pastel). También sabemos que los empresarios que se instalan aquí, según ellos haciéndonos un favor al darnos empleo, nos someten a una especie de esclavitud pagándonos la fabulosa suma de $54.80 pesos por una jornada de 8 horas, lo cual hace que con la poca educación que se tiene, lo que nos quita el pinche gobierno para matarnos de hambre y las chingas que nos metemos en la fábrica, taller o centro laboral; No nos dé tiempo de pensar en cómo salir del puto hoyo en el que estamos, de quitarnos la bota del cuello, de pensar en una mejor vida, ya no soñamos con salir adelante, mucho menos hacemos el esfuerzo para alcanzar lo que en otros tiempos se visualizaba como una esperanza.
Esto me viene a la mente, y a lo mejor se pregunta ¿Bueno, a este puto, que le pico? Siendo sincero, el otro día me puse a ver la tele (por eso no me gusta ver esa pinche caja) y “ESA NOCHE EN HECHOS” como dice el pinche bigotón de Alatorre, me revente su reportaje de la pobreza en México; para ser sincero, siempre pensé que el que era pobre era por pendejo, porque quería ser pobre, ahora me doy cuenta que no, que ser pobre es porque a uno lo hicieron pendejo, porque nunca hemos visualizado una vida mejor, no la conocemos, por eso no podemos desear algo que nunca hemos visto, es como decir que queremos viajar a otra galaxia, cuando ni siquiera sabemos que es galaxia, porque nunca no lo enseñaron y si lo hicieron a nadie le preocupo si lo entendimos.
Lo más triste de esto, es que somos cada vez mas pendejos, empezamos a envenenar a los niños vendiéndoles drogas, en cada esquina hay una carnicería (pedazos de carne por aquí, pedazos de carne por allá de tanta bala y explosión), ya cualquier pendejo trae una pistola y se cree narco, cualquier cabron ya vendió su alma al diablo para hacerse de un camioneton, aunque no tenga para echarle gasolina, no tragamos a nuestras horas, pero tenemos un horno de microondas, claro en una cocina mas chingona que la de nuestro vecino y hartas mamadas que nos compramos, haciéndonos de mas deudas por la creencia que con eso somos mejores que fulano y zutano. ¡Que pendejos! y no es que esté en contra de nos hagamos de nuestras cosas, según como símbolo de estatus, lo que pasa es que esto no es mejor vida. Mejor pongamos a pensar un poco y a aprender más sobre lo que ocurre en el país y como nos afecta, pongamos a resolver los problemas más importantes de nuestras vidas y dejemos a los demás, analicemos la clase de personas que somos y busquemos como mejorar, pero sobretodo dejemos de chingar a los demás y empecemos a ayudarnos.

1 comentario:

oscar dijo...

muy buen comentario muñeco tienes razon en todo eso que dices ya basta de hacernos pendejos pretendiendo querer ser mas que los demas cuando, chingando al projimo en ves de ayudarlo ya dejemonos de pendejadas y hay que echarle los kilos todos juntos...gracias muñeco