Ahora resulta que en Estados Unidos los cocodrilos son una especie en peligro de extinción, según la ONU. Lo cual es lógico, ya que inhalar “polvo maldito” ya no está de moda, Ya no hacen películas con artistas iconos de la juventud metiéndose cocaína, las canciones novedosas ya no tienen pegue si hablan de ponerse un “perico”, la publicidad ya no se enfoca a la cocaína. Lo que está en boga son las “pastas”. Tragarte una “tacha” es símbolo de que estas en onda, que eres un conocedor y un triunfador, que no te da miedo nada y que eres capaz de comerte al mundo con toda su escoria sin que tengas diarrea al día siguiente, claro que te seguirás viendo guapote o buenota, porque las drogas nuevas no afectan tanto, o al menos eso nos hacen creer cuando vemos los programas de espectáculos hablando de los reconocidos talentos gringos metiéndose cuanta pendejada encuentran, hablando de esto como si se trataran de niños traviesos rompiendo el jarrón de la abuela o ensuciando la sala nueva.
Uy! que glamour.
Idolos de tus hijas.
Claro, hay que reconocer que siendo famosos y adinerados, no importa tener que pagar miles de dólares en tu recuperación, en clínicas reconocidas y costosas, no importar volver a recaer, al fin y al cabo famoso y rico tendremos para otra entrada a rehabilitación y psicólogos para acabar con nuestro vicio… ¡Ah, Chinga!! Pero si yo no soy famoso, ni millonario, y las únicas drogas que conozco son las que tengo en Elektra y con el abonero que me vendió una batería de cocina de peltre. Mejor ni le entro a las drogas y jamás le volveré a entrar.
Yury Fedotov, director de la ONUD, espetó: “Si legalizamos las drogas, tendríamos que legalizar la corrupción, el tráfico humano, el lavado de dinero y muchas otras actividades. No es una manera adecuada de lidiar con la situación, que reconozco que no es fácil”.
Dentro de esta sabiduría, habría que recordar que el dinero se lava por la venta de drogas, al legalizarlas, el dinero generado por estas generaría impuestos comunes como con la venta de alcohol o tabaco. La corrupción se reduce porque no sería negocio pagar a los agentes para que se hagan de la vista gorda por un negocio legal. Aunque el cohecho siempre existirá. Se reduciría el crimen, ya que no existiría el narcotráfico, los sicarios, los “camellos” y las guerras entre bandas. Jamás he visto que un camión de cerveza vaya acompañado de gente armada (Aunque si he visto clandestinaje en la venta de cerveza). Tampoco he visto que los dueños de las dos tienditas de la cuadra se enfrenten a balazos por vender cerveza en el mismo territorio. Tampoco me ha detenido la policía por llevar un six pack de cervezas en una bolsa negra.
Y no empecemos a persignarnos y decir que las drogas destruyen, que son malas, que acabaría con la sociedad, ¿Imagínate si manejando alcoholizado te matas y puedas matar a alguien más, ahora drogado? ¡No mamen! ¡No succionen! ¡No lacten!
Su servidor es un goloso a la hora de libar, gusta dejarse caer suavemente en los enredos de Baco, Degusta con pasión finos pulques, absorbe intensamente cerveza, licor o vino, en términos más prácticos: Me gusta ponerme hasta el culo. Y no, no empiecen a dejar caer la boca de sorprendidos y abran esos ojotes. Concuerdo ampliamente con la gente que difiere de mis gustos y opta por no ingerir ninguna gota de alcohol (o llámenlo como quieran). Jamas les ofreceré una segunda vez, si soy rechazado a la primera ¿Quieres? ¡No! ¿Por qué? ¡No chupas! Ni pedo, Bye! Ya me iré con mi embriaguez con otro feligrés. Iiiiiguuuuaaaallllllll con las drogas, si no quieres “colocarte”, “viajarte”, “Date un son”, “ponerte high”, pues simplemente no, y ya. No estés de nena si fulano anda hasta el “queque” de drogado, déjalo es su pedo. Igual puede andar hasta el culo de pedo, pero no molesta, porque beber es social y abiertamente aceptado. No por esto digo que drogarse tenga que estar bien y haya que verlo con buenos ojos, ni mucho que menos ponerse borracho, andar cantando rancheras y abrazando a los amigos, es lo máximo. No, tampoco eso está bien, pero me gusta y posiblemente le guste a muchos. Igual a mucho les gusta ponerse bien “stoned” y ese será su “problem”.
Si, bien este texto parece una extraña apología a la legalización de las drogas, es, en un mejor contexto una carta abierta a cambiar nuestra conciencia sobre el problema del narcotráfico en un país que se ha visto afectado por la ambición de los carteles, el consumo masivo de ciudadanos de otros países, la corrupción de las autoridades, la crueldad de grupos armados y la lucha entre estos dos últimos. Es para que reflexionemos sobre la realidad del uso de las drogas y su diferencia con el narcotráfico. No seré yo quien deba decidir, pero si quien haga algo para cambiar el concepto del mexicano.
P.D. Debemos de luchar unidos, aunque para ello haga falta crear nuestro propio “Destino Manifiesto”. HLMDP
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