Post Sobre el AMOR!


Dentro del baño de su casa, María buscaba afanosamente su prueba de embarazo, después de postergar durante casi dos horas la decisión de realizársela, el tiempo pasó entre apachurrarse los barros y las espinillas frente al espejo e intentar calmar sus nervios para que le dieran ganas de orinar y encarar sus micciones frente a un palito de plástico que confirmarían que sus ascos y el crecimiento de su barriga no eran lombrices, si no el producto de los breves encuentro de sexuales con su novio. Por fin encontró la cajita con la prueba y se dispuso a bajar su short y sus pantaletas lentamente, recordando como aquel gañan le convenciera para hacer lo mismo frente a su celular, tomando un video de mala calidad, ella, creyendo que su “estrit tis” , como le mencionara el calenturiento escuincle era de lo más excitante y cachondo, se movía torpemente pero con ganas de complacer, aunque ¿Qué puede saber una púbera de los movimientos profesionales de aquellas danzantes del tubo que se ganan la vida frotando sus carnes frente al metal de manera apasionante, entregada, lasciva y enferma, desnudando poco a poco sus atributos para enardecer a una jauría de lujuriosos a la unísona voz de “Pelos, Pelos”? Pasados diez minutos entre baile, besos y caricias con premura y una desfloración dolorosa y precoz, María tapaba su desnudez con la cobija que antes cubriera la cama de su novio, mirando al techo y haciéndose preguntas sobre si eso era el amor, mientras soportaba el escozor vaginal y los lerdos besos en sus senos de un chamaco, que orgulloso, no paraba de repetirle con vulgaridad que la había desvirgado. Y así  se dieron un par de encuentros más.


El flujo de orina corrió por la prueba de embarazo, de ahí a esperar, el tiempo parecía correr aun más lento y su preocupación aumentaba por el temor de estar embarazada, el ver cada 20 segundos la prueba de embarazo no ayudaba mucho a apresurar el pronóstico de su estado. Decidió salir del baño ya que dos horas dentro podrían levantar quejas de los demás miembros de la familia. Escondió la prueba en su bolsa y salió rumbo a su cuarto. Ahí nuevamente volvió a mirar la prueba y una carita feliz le saludaba con su sonrisa, la prueba era positiva.

¿Y ahora? La escuela, los amigos, sus padres y los demás novios hipotéticos que quería conquistar cuando fuera mayor y se convirtiera en una especie de femme fatale como siempre se imagino, enfundada en un vestido entallado, negro y pegado a un cuerpo deseable, bien formado por el gimnasio y caminando como partiendo plaza a la mitad de una fiesta elegante, donde sirven champan y unos meseros muy pomposos ofrecen canapés y otros bocadillos curiosos que no conocía pero que estaba segura que eran de caviar. Los viajes por alguna parte del mundo y a varias playas, bailando en los antros hasta que amaneciera. Todo se esfumaba ante la sonrisa de aquella carita que ahora se tornaba burlona e incluso en su mente resonaban carcajadas  socarronas de aquel signo positivo.

Ante inexorable paso del tiempo, todo ocurrió:
El dar la noticia a su incipiente novio fue la mayor de las decepciones, aquel eyaculador precoz, temiendo su suerte huyó, pero fue traído de las orejas por su padre Don Vicente quien era un hombre de palabra y por consiguiente su hijo no le haría quedar mal y menos tratándose de su nieto –¡Ora se chinga!-  le repetía Don Vicente al muchacho cada que se acordaba de la metida de pata de su hijo, sobre todo después de la pelea que hubo entre padres por el estira y afloja de saber si era el padre o no de la criatura que crecía en María.

El escándalo en la escuela fue mayúsculo, -María es una putita- susurraban todos los chamacos en la secundaria, era eso o que le gustaba dar las nalgas, no faltaron los valientes que se ofrecieron a “completarle las patitas al niño” como le decían al pasar, ni tampoco faltó el eterno enamorado de María, quien le ofreció echarse la culpa de la preñez y hacerse cargo del niño, su eterno amigo.

Los vecinos hipócritas que murmuraban a sus espaldas, la tía que casi se infarta, el que dijo que eso era estupro, y varios etceteras ojetes, lastimeros y sinceros, sin faltas los pocamadre.
Todo pasa, al correr del tiempo María, miraba por la ventana como sus hijos salían rumbo a la escuela, recordando los años, su primer embarazo y luego el segundo, otro hijo fecundado por el primero, con una relación sexual de un par de minutos después de una borrachera de su marido, con las mismas palabras vulgares que le dijo la primera vez que la desvirgó, con los mismos besos en la tetas que acostumbraba darle, la diferencia era que ahora después del mismo ritual sexual, su ahora esposo se quedaba dormido. Y María pensando en el transcurso de su vida, ese 14 de febrero, miraba su casa adornada con corazones y Cupidos cortados en papel terciopelo, con un letrero flamante que adornaba la entrada, con la leyenda de “Feliz día del amor y la amistad”, con la idea ferviente de que amaba a su esposo con toda el alma, con todo el corazón y con toda su pasión, después de todo, era lo que para ella representaba el amor.

3 comentarios:

kokubunji dijo...

Que clase de ... es esto?

Bueno al menos me entretuvo, saludos.

HLMDP dijo...

Kokubunji:

No puedo quejarme de todo,nomas me quede pensando en el 14 de febrero y se me ocurrió que todos tienen su punto de vista sobre sus sentimientos, lo para algunos puede ser amor para otros es un absurdo.

kokubunji dijo...

Jejejejejeje ok, saludos HLMDP.