En una mañana de oro, alguien nublaba el paisaje.


Ha de ser triste que se acabe el amor y que con el divorcio se presenta una bestial pelea para ver quién se queda con los bienes, pero eso sí, que los niños les valga madre. Tal caso se está dando con nuestros impositivos medios de comunicación: Televisa, TVAzteca y Telmex.  Ahora resulta que por casualidad las televisoras se percatan que el precio por el servicio de telefonía que nos brinda Telmex es excesivo y que constantemente nos meten la corneta con cobros injustificados. ¡Mira que si no sacan un reportaje ni cuenta me doy! Chinga, con el salario gran mínimo que tiene la mayoría de la población mexicana, esos temas ni les interesan, simplemente porque, si no les alcanza para pagar la renta, mucho menos para tener servicio de telefonía. (Aunque conozco muchas personas que prefieren no comer por tener un celular).
Y ahí están estas tres empresas peleándose por ganar mercado, sacando los trapitos al sol, diciéndose chingaderas y media, mentándose la madre, picándose los ojos, aplicándose la “urraca-rana y la doble invertida”, ¡Tu la traes!, ¡Zafo! y cosas de esas. Incluso gracias a sus escándalos he ampliado mi vocabulario con DUOPOLIO. (Si, chinga, la investigue y si existe). El pedo es darse con todo para ver quien se chinga a quien y ganar más dinero. Todo esto bajo la mirada pasiva del mexicano que piensa que con estos pleitos tendrá un mejor servicio y mejores ofertas en el mercado. ¡Si cómo no! Déjenme decir algo, pero que no salga de aquí, no quiero que luego otros países lo apliquen y salga un tratado o un ley, algo así como “Ley de Manuel Hernández”, no, confió en que los mexicanos que lean esto lo trasmitan únicamente para su aplicación en este país. Ahí les va:
Si quieren mejor servicio, castiguen a la empresa dejando de consumir sus productos, no importa que sean gratis como la televisión abierta, o que sean necesarios como la telefonía. 



Ya sé que suena como esas cadenas de apagar el celular en forma de protesta y dejar de consumir electricidad una hora y esas mamadas. Sin embargo a lo que me refiero es que podemos dejar de pagar servicio que son francamente inútiles, como tres a la vez, internet de “supermegaultrarapidienchinga” (según) de velocidad y esos “plus” que nos ofrecen, que a veces ni los necesitamos. Dejemos de ser tan superfluos pensando que tener un iphone, nos eleva nuestro nivel social y el que no tenga un teléfono chingon y moderno no es más que un pinche gatete, porque, acéptalo, a veces traes el mejor celular del mercado, el que saca las mejores fotos, se puede conectar a internet, tiene GPS, su activa con tu voz, tiene “tochscrin” y a veces, solo a veces puedes realizar llamadas telefónicas, sobre todo cuando consigues ponerle 30 varos de crédito. Lo peor es que cuando traes tiempo aire, andas de pinche presumido y una nena que ni conoces, en una fiesta donde ni te pelas te dice que si se lo prestas para un mensajito, ahí vas de pendejo a prestarlo y se chinga tu crédito o peor aún, se chinga tu celular.
También puedes dejar de ver la rosa de Guadalupe y dejar de pensar que los problemas se resuelven mediante un airecito místico, si así fuera cada que me tiro un pedo, PROBLEMA RESUELTO. También puedes dejar de masturbarte viendo a Ninel Conde, mejor sal de tu cuarto ve al baño y… báñate, arréglate un poco y trata de conocer a alguien, sin miedo. Acéptalo, te masturbas viendo TV abierta porque tienes miedo de entablar un dialogo con alguna mujer.
Tenemos un buen de avance tecnológico, nos ofrecen aparatos novedosos a precios de oro y con un costo mínimo de producción, con la premisa de que si no lo tienes, vales madre. Redes sociales virtuales donde eres amigo de gente que ni conoces, cuando antes tenías pocos amigos, pero esperabas verte con ellos y salir a echar desmadre. Lo que demuestra que la tecnología avanza al mismo ritmo en el que nuestra inteligencia disminuye.
P.D. Al menos hay algo rescatable, los blogs donde puedes escribir pendejadas y si se puede, reflexionar. HLMDP.

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