Mi pobre angelito


Si estuvieras frente a frente con una jauría de perros zombis, bravos, hambrientos, rabiosos y esquizofrénicos pero que estos aparentaran cierta calma e incluso ignoraran tu existencia y ni siquiera te voltearan a ver, lo menos razonable que podrías hacer es ir a ponerle una patada en los huevos al macho alfa de esa manada y creer estúpidamente que saldrás ileso.
¿Tengo razón?... ¡A HUEVO! 


En toda mi pinche existencia o al menos en lo que llevo de cabron, he conocido a mucha gente con la que involucrarse o meterse con ellos, es sinónimo de que se lo lleve a uno la verga o poco menos que eso. Sin embargo la he evitado para no meterme en problemas, no porque sea un putito o una nena (sin ofender a los putitos o a las nenas), si no porque soy una persona que busca una satisfacción más plena que andar presumiendo que soy un tipo malo, un narco, un mafioso, un traqueto o un personaje de narcocorrido o un popular “Chucho El Roto” y todo lo que esto conlleva. Soy una persona de gusto sencillo a la que le gusta tomarse una o mil cervezas, sin ufanarme ante nadie de mis pendejadas. Me gusta hacer desmadrito y aventurarme con mis comparsas a echarnos una buena peda. 

Escribo lo anterior porque no me gustaría o no me hubiese gustado oír a mi mamá diciendo: “¿Por qué me lo mataron? Si era bueno, el no le hacía nada a nadie” Bueno ya muerto ni la iba a oír, pero si me da vergüenza ajena ver a los padres de pinches vivales, alegando lo bueno que son o eran sus hijos cuando los matan, los meten a la cárcel o les ponen una severa putiza. Padres de su repinche hijo e hijos de sus repinches padres, no le hagan a la mamada, en la mayoría de los casos, en donde encontramos algún cadáver con el tiro de gracia, una orden de aprehensión o unas vacaciones en el hospital por severos hematomas por presión a una persona, es porque el individuo andaba en malos pasos o se quiso sentir el papa de los pollitos ¿Y qué paso? ¡Tómala!
 
¡Ah¡ pero si al hijo empieza con tendencia homosexuales, ponen el grito en el cielo y lo condenamos al destierro, si es un criminal no hay pedo, prefieren un hijo muerto, que un hijo gay.
Por eso individuos como este:



Me caen en la punta de la corneta, mas cuando aprovechan su dolor para ponerse una bandera que no le corresponde, y más aun cuando aprovecha la compasión que le brindan las demás personas para proclamar un movimiento tan infructífero como su propia existencia. 

Disculpen, se que la muerte de un familiar duele, pero debemos reconocer que la persona que busca, encuentra y  por eso no debemos ir a pegarle en los huevos a un perro rabioso, por muy quietecito que nos parezca. Mejor cuando en una noche silenciosa y apacible, abramos los ojos, levantémonos de nuestro tálamo y reflexionemos sobre quiénes somos y quienes son realmente nuestros hijos. 

P.D. Si, ya sé que me van a mandar a la verga y todos piensan que sus hijos son unos pinches angelitos. HLMDP.

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